La concepción del autismo ha cambiado significativamente en el transcurso del los últimos años gracias al avance en su investigación. La última versión de la clasificación internacional de trastornos mentales (DSM-5) incluye el autismo dentro de los trastornos del neurodesarrollo, alejándose de la antigua conceptualización de Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD). Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de trastornos que tienen su origen en el período de gestación.
Además el autismo pasa a denominarse Trastorno del Espectro Autista (TEA). En esta clasificación se considera que las características fundamentales del autismo son: un desarrollo de la interacción social y de la comunicación claramente anormales o deficitarios, y un repertorio muy restringido de actividades e intereses.
Entendemos la Teoría de la Mente como la capacidad de percibir que las otras personas poseen un estado interno igual que el de uno mismo y a la vez diferente de él. Sin embargo, las personas con autismo presentan una incapacidad para darse cuenta de lo que piensa o cree otra persona. Cuando no se posee la capacidad para ponerse en el lugar de otra persona, las conductas ajenas resultan imprevisibles, carentes de sentido y difíciles de comprender. El déficit en Teoría de la Mente explica en gran medida las dificultades que las personas con TEA presentan en el área social. Por eso mismo, el Juego de las Adivinanzas es una buena opción para ir desarrollando la Teoría de la Mente.
Los niños con autismo son, en su gran mayoría, pensadores visuales, esto significa que las imágenes son mejor entendidas que las palabras, y las palabras a su vez son convertidas en imágenes por los niños.
Las ayudas visuales (los objetos reales, las fotografías, los símbolos, los gestos, la palabra escrita, las tarjetas) son elementos de gran apoyo para estos niños, tanto para el aprendizaje y el desarrollo de la comunicación, como para aumentar su comprensión y regular su comportamiento.
A su vez, jugar con un grupo de niños fomenta la socialización y tener en cuenta al otro respetando los turnos de cada uno.
El juego de Adivinanzas, pienso, pienso y adivino 1 y 2 lo juego mucho con los pacientes con TEA y les es un desafío adivinar la tarjeta sólo mediante la palabra, por ese motivo se lo ayuda visualmente al niño mostrándole parte del dibujo que tiene que adivinar.
Sugerencias para profesores y familiares:
-Se puede trabajar con dos sets de juegos de cartas «Adivinanzas, pienso y adivino».
Uno es el impreso a todo color, el otro es en blanco y negro, dibujado por el niño o por el adulto junto al niño como recurso extra al juego. Sobre este set en blanco y negro, el niño puede intervenir la carta, pintando/señalando la solución y escribiendo además el nombre del dibujo debajo.
Además les propongo pequeñas pistas para adivinar el dibujo del que se habla utilizando las cartas con los dibujos zoom con colores y tramas llamativas. Se pueden utilizar varias cartas con tramas para que el niño pueda asociarlas con la respuesta correcta en la carta con el dibujo a colores.
Se puede trabajar también con los niños para que sean ellos los que digan pistas (adivinanzas) para que sus compañeros adivinen el pictograma.
Lic. Celina Castro Madero (Psicopedagoga con orientación Neurocognitiva)
Trabaja en consultorio privado con pacientes con dificultades de aprendizaje (Adhd, dislexia, discalculia, etc)
Coordina equipos con pacientes con TGD en Apadea Asociación de Padres de autistas –