Últimamente la palabra Mindfulness es más conocida de lo que lo era hace un tiempo y se ha empezado a utilizar en diferentes ámbitos. Pero para que todos sepamos de lo que estamos hablando, les diré que con Mindfulness nos referimos a prestar atención al momento presente con aceptación y sin juzgar.
Centrarnos en el momento presente nos ayuda a no estar ansiosos o preocupados por lo que vendrá, ni reviviendo algo que ya pasó.
Aceptar no necesariamente quiere decir que eso que está sucediendo nos guste o sea algo con lo que estamos de acuerdo, pero la idea de aceptar sin juzgar hace que podamos vivir la situación teniendo más paz y más perspectiva, sin estar luchando contra ello.
Prestar atención al momento presente, hace que dejemos de actuar en piloto automático y nos da mayor libertad, ya que, si no, actuamos desde la reacción y no podemos elegir qué respuesta tener.
Tipos de Prácticas de Mindfulness
Existen muchos tipos diferentes de prácticas de Mindfulness. Desde técnicas que estimulan la concentración y la compasión, hasta visualizaciones y relajaciones corporales.
Además, si bien muchos niños disfrutan de las visualizaciones, las prácticas de Mindfulness no tienen por qué ser siempre en quietud y con los ojos cerrados. Muchas prácticas de tipo informal tienen que ver con realizar las actividades que hacemos cotidianamente, pero con la intención de llevar plena consciencia a las mismas.
Por ello, una caminata, el baño diario, o comer un bocado de algún alimento como si lo hiciéramos por primera vez, utilizando todos nuestros sentidos, pueden ser la excusa para nuestra práctica diaria.
Talleres de Mindfulness para Niños
Hace 5 años comencé los Talleres para Niños en donde me planteo como objetivo transmitirles herramientas de Mindfulness en grupos reducidos, a través del juego, con la idea de plantar en ellos semillas de esta práctica que me acompaña desde hace tiempo. La idea es, fundamentalmente, acercarles la posibilidad de conectarse con su Ser, con sus sentimientos, y de esa manera lograr una mejor relación con ellos mismos y con los demás.
Para eso, hacemos uso de instrumentos valiosos como es nuestro cuerpo, nuestros sentidos, nuestra respiración, y hacemos una pausa. Pausa de las pantallas, del apuro, de los juicios, para intentar comenzar a conectar con lo verdadero, con el presente, con nuestro ser interior.
Actualmente el mundo nos está invitando a esta pausa, y yo les prepongo que, en lugar de resistirnos, podamos aprovechar lo que nos trae a nuestro favor.
Les regalo dos propuestas amigables:
- A los adultos, les comparto una práctica de iniciación que la encuentran en mi canal de YouTube. Allí también voy subiendo visualizaciones y meditaciones para niños. Al practicar nosotros, les damos ejemplo a nuestros niños y nos resulta más fácil poder conectar con ellos. Es de pocos minutos, y no necesitamos hacer más que relajarnos y dejarnos llevar:
https://www.youtube.com/watch?v=8nJD6025ueQ
- Y a los niños, unas breves prácticas inspiradas en el cuento «Gira que te Gira, Mamá Gaia con Don Sol».
Los invito a disfrutar el cuento en un lugar cómodo y al terminar dibujar un Arco Iris o modelarlo con masa.
- Buscar atentamente, en el lugar que nos encontremos, un objeto de cada color del arcoíris que realizamos.
- Con el dedo índice recorrer lentamente un color del arcoíris en la hoja de izquierda a derecha inspirando, y luego hacer el recorrido inverso, de derecha a izquierda exhalando. Repetir con cada color.
- Recostarnos boca a arriba en la cama o en el suelo y con la muñeca Gaia sobre nuestro abdomen. “Acunarla” inhalando y exhalando llevando el aire hacia donde ella se encuentra para suavemente permitir que suba y que baje, enviándole nuestro cuidado y amor.
Inhalar y exhalar apoyándonos en objetos concretos nos hace tomar consciencia de cómo es nuestra respiración, y a partir de ahí poder usarla para calmar nuestras emociones más desafiantes.