Nuestro programa dirigido a escuelas lleva adelante un Rincón de Lectura en la Escuela primaria N.10 de Martinez. Allí, todos los lunes un grupo de voluntarias realiza actividades bajo la premisa de que “leer es una fiesta”. Creemos en espacios alternativos para la lectura como recreación dentro de las escuelas, por ello trabajamos para que los chicos tengan y se apropien de un espacio de lectura diferente donde poder disfrutar de la lectura y la narración oral de cuentos, pongan en marcha su creatividad y fortalezcan el trabajo en equipo.
Llegó a nuestras manos “Gira que te gira Mama Gaia con Don Sol” y decidimos compartir este bello libro-juego con los chicos de primer grado. Armamos una ronda, a la cual también se sumó la seño, y presentamos el libro en su conjunto. Leímos juntos el título, los chicos señalaron dónde estaba Mamá Gaia en la tapa del mismo y describieron cómo era. Les llamó la atención los colores de Mamá Gaia, sintieron que era un personaje muy cálido, amigable, llamativo por cómo estaba descripto. Hablamos sobre qué representaba Mamá Gaia. Hablamos entonces de las cosas que son parte de la naturaleza. La seño, oportunamente, les recordó a los chicos sobre la visita que haría esa semana. Me contaron entonces que irían de excursión a la reserva ecológica. Descubrí cuánto sabían sobre la Naturaleza y que era un buen momento para hablar sobre Mamá Gaia.
Llegó el momento de leer. Antes que nada les recordé que, como este libro era un libro-juego, había adivinanzas por descubrir junto a los protagonistas de la historia. Me pidieron comenzar la lectura, entonces en voz alta fui leyendo y mostrando las ilustraciones de cada página, dando vuelta la hoja primero como cualquier libro tradicional, siempre en posición para que ellos vayan descubriendo conmigo lo que había detrás de cada página. Los chicos se detenían a observar cada una de ellas, sus colores y personajes. Nos detuvimos en el personaje del mono y del elefante, en la figura del Sol. Las adivinanzas fueron resueltas sin problemas, sobre todo la del arcoiris, porque nadie hasta ese momento se había percatado ¡que las cerezas también tenían forma de corazón como las manzanas!
Cuando terminamos de leer, les presenté la forma desplegable del libro y que la historia que acabábamos de leer ¡podía entonces volver a empezar mágicamente! Así que abrí el libro y, ante sus caras de sorpresa, lo coloqué sobre el suelo donde todos podían verlo. Leí la adivinanza final y, para mi sorpresa, todos habían estado atentos ante el animalito que estaba escondido y me lo señalaron en cada página donde se encontraba: ¡es un bichito de luz!, dijo uno, ¡una luciérnaga!, dijo otro.
Antes de terminar nuestro ratito juntos les propuse que cantemos la canción de Mamá Gaia. Les pregunté si se animaban a leerlo y a seguirme, así que todos con letra en mano, un poco tímidos al principio, siguieron la canción. Ya después, un poco más sueltos y entusiasmados, cantamos con ganas el verso final de “Mama Gaia, Mama Gaia” una y otra vez, incluyendo a la seño. Cerramos la jornada pintando a Mamá Gaia con Don Sol, y los colores radiantes como el arcoiris dijeron ¡presente! en el Rincón.
Este libro nos permite descubrir a Mamá Gaia de una manera divertida y llamativa para los chicos, en el Rincón “Gira que te Gira Mamá Gaia
con Don Sol” permitió a los chicos asociar sus propias experiencias con la naturaleza y nos permitió reflexionar sobre el papel de la misma a nuestro alrededor.