¿Qué hacemos en Tienda Rosaura?
En Tienda Rosaura diseñamos productos textiles para decorar y jugar. Todas nuestros diseños son hechos a mano y creados a partir de materiales nobles y reutilizados. El espíritu de Tienda Rosaura está vinculado a lo lúdico a generar espacios de juego y encuentro con los otros. Nos interesa que lo que producimos sirva como herramienta para enriquecer nuestros vínculos.
Estamos convencidas de que cuánto menos haga un juguete más va a hacer la mente de un niño, por eso apostamos a una infancia llena de juegos y momentos mágicos en los que el protagonista sea el niño y no los juguetes con los que juega. Cada uno de los objetos que creamos busca recuperar el valor de lo simple a la hora de jugar y nada mejor que un muñeco de tela para hacerlo.
Tenemos dos líneas: infantil y decorativa. En la infantil tenemos la mejor experiencia que es la de la crianza de nuestros hijos, por eso cada diseño está pensado con mucho cariño y respeto. Nuestra premisa es transmitir a nuestros hijos una infancia de tardes mágicas jugando a la casita o con muñecos de tela. Sabemos que los juguetes pueden estimular la creatividad, el sueño, el lenguaje y ayudar a que nuestros hijos tengan una infancia más feliz. Nuestros diseños están pensados para imaginar, para inventar historias, despertar curiosidades y acompañar el crecimiento de nuestros hijos con objetos diseñados desde el amor, no el mero consumo.
¿Cuál es el diferencial de Tienda Rosaura?
Consideramos que el valor agregado de lo que hacemos, impacta en el tipo de propuestas que los chicos reciben, amplia la posibilidad de que desarrollen la creatividad y busca darle a los padres herramientas que les permitan generar espacios de diálogo con sus hijos.
Un almohadón de emociones, un muñeco para acompañar la caída de un diente, un muñeco de apego como objeto transicional, un sonajero son algunas de nuestras propuestas infantiles. Se destacan además las propuestas de la línea decorativa: Rosauras y Rosendos: Esculturas de tela personalizadas y a pedido.
¿Con qué materiales trabajan?
Reutilizamos géneros en muchos de los muñecos que hacemos ya que están fabricados a partir de telas que empresas textiles y personas particulares nos regalan. Eso hace que géneros que serían de descarte pasen a tener una nueva utilidad, en sintonía con el cuidado de medio ambiente y la promoción de las 3RS.
¿Por qué rescataron el tema del bordado?
Comenzamos a pensar en nuevas propuestas para chicos y llegamos al bordado, una técnica ancestral que ha pasado por muchos cuestionamientos y ha sido menospreciada como arte. Nuestro objetivo es crear una obra educativa, lúdica, para niños, que revalorice nuestra cultura y orígenes, utilizando técnicas tradicionales como la costura y el bordado. ¿Cómo? a partir de la creación de juguetes textiles basados en la flora y fauna de nuestro país.
La mayoría de los chicos conocen los elefantes, los leones, jirafas y cebras, pero pocos un coatí, un tapir, un aguará guazú o un sábalo. Nuestro país tiene una flora y fauna autóctona muy diversa sin embargo nuestros hijos prácticamente no la conocen. Nuestro desafío no sólo es dar a conocerlos y generar conciencia acerca de cada uno de ellos, sino hacerlo de manera lúdica. Un niño aprende haciendo, tocando, experimentando, creando. Para eso diseñamos talleres en los que los chicos junto a un adulto crean su propio animal autóctono. ¿Coser? ¿Bordar? En la era de la tecnología ¿los chicos van a bordar?
Precisamente porque estamos en la era de la tecnología es indispensable crear espacios alternativos y complementarios que ayuden a los chicos a desplegar todas sus capacidades creativas. Pero ¿funciona? ¿les interesa? Esa misma inquietud es la que nos llevó durante el 2018 a probarlo en diferentes espacios. Fuimos al Hospital Posadas y trabajamos con los chicos del sector pediátrico oncológico. Los chicos bordaban mientras hacían quimioterapia, el dolor parecía desaparecer y lo único importante era elegir el color para bordar. También trabajamos en un barrio periférico de Santa Fe, madres y niños diseñaron sus sábalos, tapires y mulitas, mientras nos contaban sus historias, porque no iban a la escuela, quienes los cuidaban, cuánto disfrutaban de las actividades que el Ministerio de Cultura pensó para ellos. Trabajamos con niños y niñas de la Ciudad de Buenos Aires de escuelas privadas, con realidades económicas y de salud resueltas, con un sinfín de estímulos y con el mismo entusiasmo bordaron y crearon, ayudándose entre ellos, haciéndose sugerencias e inventándole nombres a sus animales. Lo probamos en la Noche de los Museos, con extranjeros, con abuelos y nietos, con quienes estaban de paso y los cautivó la propuesta.
¿Qué descubrimos? Que los niños necesitan desplegar su creatividad más allá de la virtualidad, que crear sus propios juegos es desafiante para ellos, que pocas veces tiene la posibilidad de atravesar por un proceso de construcción de algo de principio a fin y que en ese proceso sucede el aprendizaje. Que las temáticas ambientales son de su total interés, quieren saber más de cada animal y rápidamente esa información circula entre sus pares, que la costura y el bordado no carga con ningún prejuicio de género, que el acto repetitivo de bordar un punto a la vez hace que el tiempo vuele y cuando les decimos que ya estamos terminando lo primero que preguntan es ¿Ya? Que nuestra propuesta es inclusiva, todos puedan participar sin ningún conocimiento previo. Que les gusta hablar de lo “autóctono” e incorporan rápidamente esa palabra en su vocabulario.
Ahora que tenemos la certeza de que este camino es posible, vamos por el desafío de desarrollar no solo la mayor colección de animales autóctonos creados por niños y adultos sino experiencias de bordados a partir de diversas propuestas, pensadas para cada edad.
El bordado es una actividad que por su repetición funciona como un mantra, es tranquilizadora y a medida que se avanza se aprende.
Hoy nos encontramos felices frente a un nuevo desafío: realizar la muñeca de Mamá Gaia para acercar a los chicos este cálido personaje que representa a nuestra Madre Tierra y trabajar de un modo lúdico temas vinculados a la ecología.