El juego en la labor psicopedagógica promueve el despliegue de recursos y estrategias que posibilitan el aprendizaje de formas activas de pensar.
Incorporando las cartas, como herramienta y material mediador de la situación de aprendizaje nos permitimos trabajar objetivos cognoscitivos específicos como:
- Conocimiento general (memoria y vocabulario)
- Estrategias para la impulsividad (respuestas automáticas sin reflexión)
- Comprensión verbal
- Conocimiento de palabras y formación de conceptos
- Capacidad de abstracción
- Razonamiento fluido, a través del pensamiento inductivo, que se pone en juego con las pistas en las adivinanzas.
>>>>Jugando con las pistas, trabajamos también la prosodia en lectura, tan necesaria para que el otro pueda comprender nuestro mensaje. Moldeando una lectura con pausas, que considere el tiempo de espera para que nuestro compañero de juego pueda pensar.
>>>>Diversas investigaciones sugieren que un ligero espaciado entre las letras mejora la decodificación en niños con dificultades específicas de lectura. Las cartas al ser pensadas con una tipografía acorde, permite pensarlas como un material específico para estas situaciones.
>>>>Las estrategias que buscamos promover en los niños, cobran sentido jugando y es posible trabajar con la disponibilidad y atención que despierta este espacio lúdico.
>>>>Por último, son infinitas las posibilidades que escuchando a los niños y poniendo en juego nuestra creatividad se facilitan. Se trata de abrirse a jugar y a la alegría que produce la curiosidad, la base de nuestros aprendizajes.